La evolución de un poema
4 guías para pulir tus reflexiones
Este año publiqué un libro de poesía. Hoy tengo una impresión de papel bond color avena y couché que guardo garabateada en mi mesa de noche. Casi setenta poemas publicados, muchos de ellos nacieron después de meses de retrabajo. ¿Cómo nos acostumbramos a que debemos cometer errores para llegar a nuestra meta?
“Cuentos” es un poema que escribí hace dos años. Solo que en su inicio no se llamaba así. En su estado inicial en una hoja de Google Docs su nombre era “Deadline”. ¿Qué aprendí de esta metamorfosis poética?
Medita
¿Qué es lo que quieres decir? ¿Cuál es tu mensaje? Cuando comencé a escribir este poema sabía que queria transmitir mi frustración sobre como cada persona tiene maneras diferentes de contar lo que es importante para ellos o ellas. Eso lo tenía claro…no tenía claro cómo comunicarlo…
Mándate
El mensaje lo tenía meditado y claro. Solo me quedaba una opción y era escribir sobre el tema…en mi caso lo que salió fue terrible. Un poema con aritmética…Si no hubiera comenzado con esto, sin embargo, nunca hubiera tenido un poema final que me gustara.
Macera
Reconoce que de todo lo que has escrito hay algunas ideas que no van, que no estan cuajadas para seguir avanzando. Resalta las que sí funcionan y despídete del resto. Para esto puede servir resaltar lo que más te gusta y cortar el resto. Guarda copias en el camino por si quieres regresar a versiones pasadas.
Mejora, mejora, mejora
Sigue puliendo tu producto. En mi caso después de un tiempo reescribí todo basandome en la versión uno. Cambió la forma, el nombre, las rimas pero se mantuvo igual el tema. Para mi en este caso logré mi objetivo: escribir algo que transmitiera lo que quería comunicar
