Una década con la Sunat
Dos mejoras sustanciales en el servicio digital de la Sunat
Este año la Sunat — entidad recaudadora de impuestos del Perú — y yo cumplimos diez años juntas. Después de una década de relación accidentada y confusa esta semana me di cuenta que, por fin, me está haciendo caso. A continuación dos mejoras en el servicio digital de la Sunat que aplaudo, y recomiendo a todos y todas que diseñan productos digitales.
Evidencia 1
Este mes emití mi primera factura a una librería local que vendió seis ejemplares de mi libro de poesía. Estaba preocupada porque no tenía idea cómo hacerlo. Sin embargo, la nueva web de la Sunat permite que, una vez que te logueas puedas buscar -al estilo Google- qué quieres hacer. Con nervios escribí “factura” y, ¡bingo!, salió en los resultados. Este fácil acceso a la información, no solo me ahorró tiempo de navegación, sino evitó que tenga que llamar por teléfono, acercarme a una sede física o buscar en You Tube un tutorial para averiguar cómo hacerlo.
Evidencia 2
Todos los meses tengo que declarar impuestos. Hasta este mes la única manera en la que podía saber cuándo declarar era buscar el calendario de contribuyentes e identificar mi fecha límite mensual según el último dígito de mi RUC. Este mes no esperaba nada de la Sunat y, de pronto, llega un correo a mi inbox. Lo que al comienzo pensé que podía ser una amonestación o una alerta de incumplimiento era una notificación oportuna para que recuerde la fecha en la que debía declarar. Más allá de hacerme la vida más fácil este mensaje va directo a “atacar” una necesidad de negocio de la Sunat: incrementar el cumplimiento del pago de impuestos.
Sunat, no eres perfecta y todavía creo que debes mejorar cómo te comunicas conmigo pero creo que vas en el camino correcto a ofrecer una atención digital que asegure que seamos formales y te paguemos a tiempo.